24/5/18

El carruaje fantasma y otras historias sobrenaturales



La editorial recupera en esta colección de relatos a la escritora Amelia B. Edwards. Nacida en 1831, su vida estuvo marcada por el periodismo, y sobre todo, por los viajes que la llevaron a conocer muchos países y enamorarse de Egipto, convirtiéndose en una de las mejores egiptólogas de la época. 

Esta pasión por viajar está presente en los siete relatos que componen la colección, pues cada uno de ellos se ambienta en un país distinto, donde sus protagonistas se encuentran al mismo tiempo viajando y descubriendo lugares (e incluso a sí mismos). El protagonista (siempre un hombre de posición acomodada) narra en primera persona una vivencia, partiendo de una situación cotidiana como es el hecho de encontrarse a otro viajero por el camino, o montar en tren… para revelar una situación sobrenatural que marcó su vivencia. Algunas historias son predecibles pero la narración de las experiencias hace que su lectura sea entretenida. 




«El carruaje fantasma» está narrado por James Murray, quien recuerda una historia que protagonizó hace veinte años, cuando llevaba varios meses de casado. Durante un día de cacería, perdió la noción del tiempo y comenzó a anochecer. Preocupado por el frío que comenzaba a helarle, tuvo que auxiliarse en una extraña mansión donde, horas después, mostró su miedo al no poder comunicar a su mujer que se encontraba a salvo. El excéntrico dueño de la mansión le indicó una manera de conseguir llegar hasta el lugar donde su mujer se encuentra: el carruaje de correos. Pero debe tener precaución caminando en medio de la noche, pues en la zona ya ocurrieron desgracias con anterioridad, según le cuenta el criado que le muestra la ruta hacia el carruaje. 

Este primer relato nos muestra lo que encontraremos en el resto de la colección: historias cotidianas con elementos sobrenaturales. Una historia de fantasmas que hoy en día no asombrará a los lectores del género, pero que me he disfrutado leyendo con la voz del protagonista. 



«Una noche en los confines de la Selva Negra»  está narrado por Chandos Hamilton, que cuenta una historia que sucedió hace más de quince años. Mientras viajaba, Chandos se encontró con otro viajero que iba de visita a ver a su novia, Gustav Bergheim. Ambos deciden unir sus caminos para hacerse mutua compañía, pero la noche llega y ningún cochero quiere llevarles hasta su destino. Unas luces guían sus pasos hasta una posada en la que dos hermanos de carácter un tanto peculiar les acogen. Allí, en la Selva Negra, tendrán que sobrevivir a una de las noches más terroríficas de sus vidas.

Este relato es el que más se aleja del resto de la antología, aunque el elemento sobrenatural presentado por Bergheim es también desconcertante, el peligro proviene de seres vivos, a los que hay que temer. 



«En el confesionario» está narrado por un turista que se encuentra recorriendo Europa para superar su depresión. Este personaje se detiene en Basilea, donde se dirige a una iglesia en la que descubre la tumba del párroco y su curiosidad le lleva hasta el confesionario (atreviéndose a abrir la puerta del mismo para ser sorprendido por el sacerdote). Al anochecer, y ya en la posada, descubre la historia del hermano del sacerdote y de cómo este terminó siendo un mártir. Conociendo ahora algunos datos del padre fallecido, vuelve a recorrer los escenarios que años atrás recorrió su asesino. 

En la historia es sencillo identificar desde el primer momento el elemento sobrenatural. Aún así la autora nos hace permanecer atentos por conocer cómo sucedieron los hechos y qué motivo al asesino a terminar con el sacerdote. 



En «Una misión peligrosa» Frederick George Byng cuenta un suceso ocurrido hace más de sesenta años y que a día de hoy continúa atormentándolo. Por entonces era un hombre joven, y junto a uno de sus grandes amigos, decidió alistarse en el ejército, donde fue testigo de sucesos tanto heroicos como extraordinarios y sobrenaturales.

Los relatos anteriores mostraban la pasión de la autora por viajar. Todos los protagonistas se encontraban en ese momento recorriendo algún punto de Europa. En este relato la escritora vuelca sus conocimientos en temática militar. Una historia que se desarrolla durante una sangrienta guerra y donde las tácticas de uno u otro bando son esenciales. 




«El expreso de la cuatro y cuarto» está narrado por William Langfor, quien hace unos 10 años regresaba a casa para reencontrarse con amigos. Durante el viaje en tren se encuentra con un viejo conocido, con el que habla durante todo el trayecto. Una vez con sus amigos, cuando menciona el casual encuentro, todos enmudecen pues este lleva desaparecido varios meses. Se inicia la investigación para dar con el paradero del desaparecido y saber a quién vio exactamente Langfor

Uno de mis relatos favoritos. La trama de la investigación me tenía intrigada y la autora ofrece una historia con tintes detectivescos muy interesante. 



«La historia de Salomé» nos traslada a Venecia, donde Harcourt Blunt, narrador de la historia, se encontraba de viaje en compañía de su amigo Coventry Turnour. Juntos se adentran en una tienda donde descubren a  una hermosa joven, Salomé, de la que Coventry queda prendado (según sus palabras, pues para su amigo esto le podía suceder a diario). Finalizado el viaje, cada uno de ellos toma diferentes caminos, pero Harcourt regresa al mismo lugar un año después, y descubre a la joven llena de tristeza y pesar. 

Es la trama que menos me ha gustado, no podría afirmar que conociera el relato por haberlo leído hace un tiempo, pero conocía la historia y su narración se me hizo más pesada. 



«El Paso Nuevo» está protagonizado por Francis Legrice, quien se encuentra haciendo turismo con un amigo y por el camino recibe una extraña señal que le pide que no continúe por la ruta por donde ambos pretenden pasar. 

En esta ocasión el narrador difiere de los anteriores, pues si en ellos se observaba (incluso muchos años después) la seguridad de haber estado ante la presencia de un fantasma, para este personaje pesa más la total convicción de que los fantasmas no existen y que todo lo que vio debe tener otra explicación. 



Para concluir la colección, Alberto Chessa firma «Un último viaje a bordo del carruaje fantasma» donde hace un repaso a la vida de la autora y analiza los relatos. 

FICHA TÉCNICA:

El carruaje fantasma y otras historias sobrenaturales
Amelia B. Edwards (Traducción de Alberto Chessa
La biblioteca de Carfax
Tapa blanda con solapas
244 páginas  | 2017
Me giré entonces hacía el pasajero que se encontraba a mi lado y vi… ¡Por Dios! ¿Cómo podría yo describir lo que vi? Vi que no era un ser viviente… ¡que ninguno de ellos eran series vivientes, como era yo! Una tenue luz fosforescente (la luz de la putrefacción) iluminaba sus terroríficos rostros; sus cabellos, impregnados del relente de la tumba; sus ropajes, manchado de tierra y hechos jirones; sus manos, que eran como manos de cadáveres que llevaran largo tiempo enterrados. Solo sus ojos, sus escalofriantes ojos, tenía vida; ¡y fueron esos ojos los que se volvieron como una amenaza contra mí!

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