Último episodio de la temporada que está a la altura de lo mostrado a lo largo de todos los capítulos anteriores. De inicio, vemos a una persona en el hospital, totalmente vendada. Se trata del interrogador de David (durante el primer episodio), quien sufrió graves heridas cuando el equipo de mutantes provocó un incendio para rescatar a David cuando se encontraba dentro de la piscina. Después de un largo proceso de recuperación, vuelve al trabajo dispuesto a hacer la guerra a los mutantes.
Y así es como en el capítulo interior, la División Tres llegó a Summerland. Clark (Hamis Linklater), el interrogador, da la orden de matar a todos los mutantes con excepción de David. Este responde con un no, y con un movimiento de manos hace que todos los hombres armados rueden y queden acoplados en una torre humana. Solo, y a la espera que un segundo equipo llegue, Clark tiene que ceder y termina esposado en una sala, mientras el equipo decide qué hacer con él (David opta por la vía más diplomática y quiere hablar con él, Ptonomy (Jeremie Harris) prefiere una idea en la que Clark acabe muerto...) y continúa buscando la manera de detener a Farouk.
La decisión es tomada por David, quien después de meditar ¡levitando! le dice a Clark que la guerra acabó, si quiere.
Kerry continúa molesta por el abandono de Cary en el centro psiquiátrico, aunque él le repita que necesitaba hacerlo para salvarlos a todos. Oliver no recuerda a Melanie, y Clark está en medio de todas estás bombas de relojería a punto de estallar. Y la primera en hacerlo es Syd, quien le cuenta a su enemigo lo que está sucediendo con David, el mecanismo y la posibilidad de que falle y la mente de su novio desaparezca para siempre. Por cierto, hay que mencionar que todo lo que está viendo Clark está llegando también a altos cargos de la División Tres,
Syd entra en la habitación mental que comparte con David, pero en ella descubre a Lenny, quien tiene una apariencia horrible debido a su estado actual, atrapada en la mente de quien durante tanto tiempo fue su recipiente. Amenaza a Syd diciéndole que está conectada a David, y cualquier cosa que intenten hacerle, él también lo sufrirá, y que para mantener con vida a David tendrá que ayudarle a escapar.
¿Quién haría algo así? Pues ella. Porque cuando David se desmaya y el grupo decide que tienen que hacer lo que sea YA, y se ponen en marcha para sacar al parásito, en un momento en el que parece que David está sufriendo y no va a conseguirlo, Syd entra en la habitación y le besa. Atentos a la jugada porque en ese momento Farouk se encuentra en el cuerpo de Syd, pero en la sala entra Kerry y tras tocar a Syd, el parásito posee a Kerry.
David despierta y corre para enfrentarse con Kerry. Al chocar provocan una explosión, y vemos como cierta energía se mete en la sala en la que Oliver se encontraba, alcanzándole. David y Kerry recuperan el sentido y van a ver qué ha sucedido con sus compañeros. En el camino encuentran a Clark, quien acepta que deben trabajar juntos para terminar con la amenaza que supone Farouk. Poco a poco el resto del equipo va despertando. David confirma que se siente mejor ahora que el parásito ha dejado su cuerpo, pero sabe que no han terminado con él.
En ese momento Cary les recuerda que el Rey Sombra necesita un huésped, y que si no está dentro de ninguno de ellos, ¿dónde? Melanie pregunta por Oliver, pero él ya se aleja en coche... junto a una Lenny renovada.
Una serie que aporta algo nuevo a las ficciones de superhéroes. Una banda sonora y fotografía muy cuidadas, apostando por secuencias muy originales a la hora de narrar la historia. Dan Steven y Aubrey Plaza impresionantes. Mi favorito, el episodio séptimo a cargo de la directora Dennie Gordon, una joyita.