El Gran Lord (The High Lord)
Trudi Canavan (Traducción de Carlos Abreu Fetter)
Crónicas del Mago Negro #3 (The Black Magician Trilogy #3)
616 páginas | 2010
Desde que llegó al Gremio, Sonea ha aprendido mucho. Pero hay cosas que preferiría no haber sabido jamás: todo lo que esconde el Gran Lord Akkarin, y la advertencia de este sobre la venganza que preparan los antiguos enemigos de Kyralia. Por su parte, Cery ha tenido suerte en los últimos años. Disfruta de una buena posición entre los ladrones y dispone de contactos importantes en los bajos fondos y las altas esferas. Cuando un extraño le propone participar en una misión secreta, Cery sabe que debería negarse, pero la vida resulta muy aburrida si no se toma algún riesgo de vez en cuando. En el Gremio, Akkarin está seduciendo a Sonea al revelarle cada vez más conocimientos, al acercarla a la magia negra, pero ¿no se tratará de un ardid para que ella le sirva en sus siniestros propósitos? Y la amenaza que se cierne sobre el gremio, ¿no tendrá un origen mucho más cercano de lo que todos creen? Sin embargo, Sonea sí sabe algo a ciencia cierta: solamente podrá alcanzar su plenitud en las sombras si sobrevive.
Aunque le he puesto la misma nota que al anterior, El Gran Lord es el mejor libro de la trilogía. No tiene tanto relleno como tenían los anteriores, la trama transcurre a otra velocidad, y los personajes están fantásticos. Sobretodo Akkarin y Cery, que regresa en este libro. ¿Por qué la misma nota entonces? Pues porque algunas cosas me han gustado bastante, pero hay otras en las que lo venía haciendo bien y al final me han decepcionado.
Un año después del duelo que enfrentó a Sonea y Regin, todo continúa igual. La joven aprendiz estudia durante horas, evita todo lo posible a su tutor, y se aleja de sus seres queridos para evitar que éste pueda hacerles algún daño. Cery por su parte, se ha convertido en un ladrón con cierto prestigio. Le veremos acompañado de un personaje nuevo muy interesante. Dannyl continúa realizando su labor como segundo Embajador del Gremio, y Rothen vive preocupado por quien fuera su aprendiz.
Trudi Canavan ha jugado al despiste durante toda la trilogía. Dedicada al Mago Negro, no es hasta el tercer libro donde le dedica todo el tiempo que este gran personaje necesitaba. Akkarin me ha gustado desde el principio, está muy bien construido, gracias a su posición transmite ese respeto o temor que los demás le tienen. Ahora conocemos cómo es él, y sus hechos. Hasta entonces conocíamos su historia sólo a través de terceros y lo que ellos pensaban de sus actos. El libro, aunque me estaba gustando muchísimo, me ha decepcionado en gran parte por el trato que la autora da al personaje.
Otro que tampoco es tratado como se merecía es Dannyl. Esperaba mucho más de él tras los hechos ocurridos en La Aprendiz. Una lástima.
Las escenas románticas continúan siendo la cuenta pendiente de Canavan. Agradezco que no se abuse de ellas, pues no es una historia romántica. Pero encontrarme una relación amorosa en un libro de fantasía, no me parece mal, pero claro, si está bien escrita. La autora se toma 600 páginas para regalarnos un beso, así que cuando aparece una escena de sexo, no sabemos si realmente pasó o no pasó, solo vemos un párrafo con cursiladas del tipo "la luz que surgía de sus cuerpos, blablabla...." nos enteramos porque en la siguiente escena se están vistiendo. Sutil.
Un año después del duelo que enfrentó a Sonea y Regin, todo continúa igual. La joven aprendiz estudia durante horas, evita todo lo posible a su tutor, y se aleja de sus seres queridos para evitar que éste pueda hacerles algún daño. Cery por su parte, se ha convertido en un ladrón con cierto prestigio. Le veremos acompañado de un personaje nuevo muy interesante. Dannyl continúa realizando su labor como segundo Embajador del Gremio, y Rothen vive preocupado por quien fuera su aprendiz.
Trudi Canavan ha jugado al despiste durante toda la trilogía. Dedicada al Mago Negro, no es hasta el tercer libro donde le dedica todo el tiempo que este gran personaje necesitaba. Akkarin me ha gustado desde el principio, está muy bien construido, gracias a su posición transmite ese respeto o temor que los demás le tienen. Ahora conocemos cómo es él, y sus hechos. Hasta entonces conocíamos su historia sólo a través de terceros y lo que ellos pensaban de sus actos. El libro, aunque me estaba gustando muchísimo, me ha decepcionado en gran parte por el trato que la autora da al personaje.
Otro que tampoco es tratado como se merecía es Dannyl. Esperaba mucho más de él tras los hechos ocurridos en La Aprendiz. Una lástima.
Las escenas románticas continúan siendo la cuenta pendiente de Canavan. Agradezco que no se abuse de ellas, pues no es una historia romántica. Pero encontrarme una relación amorosa en un libro de fantasía, no me parece mal, pero claro, si está bien escrita. La autora se toma 600 páginas para regalarnos un beso, así que cuando aparece una escena de sexo, no sabemos si realmente pasó o no pasó, solo vemos un párrafo con cursiladas del tipo "la luz que surgía de sus cuerpos, blablabla...." nos enteramos porque en la siguiente escena se están vistiendo. Sutil.
Una trilogía interesante, con un buen planteamiento y alguna que otra sorpresa. Me ha gustado ese mensaje de "no juzgar a las personas por lo que nos parecen a simple vista", o ese "de lo que veas, la mitad". El desenlace me parece muy gratuito, y sus mejores personajes han quedado desplazados ante la figura de Sonea, que no es merecedora de ningún top de mejores protagonistas de fantasía.
Libros que componen la trilogía:
La Aprendiz 3,5/5
El Gran Lord 3,8/5