Ready Player One
Ernest Cline (Traducción de Juanjo Estrella)
Nova
462 páginas | 2015 (5ª impresión)
Accesibilidad:
Libro disponible en el gestor de la ONCE.
Ready Player One se sitúa en un futuro aterrador. Al menos a mí no me consuela leer, aunque sea ficción, que en 2044 la crisis económica transformará tanto la vida de grandes ciudades y sus habitantes. Inquietante pero muy interesante el mundo exterior que Cline construye, de manera que los lectores aceptemos con mayor facilidad el gran éxito de Oasis por parte de la ciudadanía. Y es que suena tentador poder refugiarte en un mundo virtual donde esa triste realidad no existe.
Cuando el creador de Oasis fallece el mundo enloquece al conocer su última voluntad: en el interior de su creación hay escondido un huevo de pascua que hará multimillonario a quien lo encuentre, así como dueño de Oasis.
Wade Watts, un adolescente sin oficio ni beneficio, comienza la búsqueda del huevo y se convierte en gunter. Para él la única salida a su miserable vida es ser el ganador del juego. Se convierte en Parzival y aunque durante los cinco primeros años su nivel es muy bajo (debido a su falta de crédito), cuando descubre cómo franquear la primera fase todo lo que le rodea cambia para siempre. Incluso él mismo.
Conseguir salir victorioso de una prueba es complicado y sólo unos pocos gunters están preparados para hacerlo. Para ello tendrán que dominar una serie de conocimientos relacionados con la década de los 80. Parzival ha jugado en infinidad de ocasiones a los juegos preferidos del dueño de Oasis, así como visto una y otra vez sus películas y series favoritas.
En el exterior es un adolescente solitario, pero en el mundo virtual el protagonista tiene una gran amistad con Hache, con quien comparte su obsesión de conseguir el Huevo. Es un personaje del que conocemos menos, pero que junto con Art3mis me ha resultado más interesante que el propio protagonista, quien en momentos puntuales me tenía un poco aburrida.
La novela es entretenida y la he disfrutado mucho. Pero no conocer mucho de los juegos de los que hablaban ha hecho que mi experiencia no sea igual. Por ejemplo, cuando Parzival consigue la primera llave, la lectura de ese capítulo para quien haya jugado a ese juego no será igual que para mí, pues entiendo que el autor ha plasmado con fidelidad las escenas del juego en el libro, pero yo lo desconozco.
Lo contrario sucedía con la mayoría de películas que se nombraban. Y con los directores de cine... o libros y sus autores. Por cierto, es preocupante que en esta realidad de 2040 los nombres que se recuerden de esta época sean en exclusiva masculinos.
¡Gracias Belcebon por este regalazo!